Se calcula que en nuestro país existen unas 1.000 especies de aves y que en Necochea se puede ver al menos a 260 de ellas. Por eso, en un día cualquiera, un aficionado a las aves puede observar hasta 60 especies, lo que en un primer momento resulta apabullante para un novato en esta actividad.
No obstante, en nuestra región hay cada día más interesados en la observación, en gran parte gracias al trabajo del Club de Observadores de Aves de Necochea, un grupo de aficionados que se formó en 2008, pero que funciona desde 2007.
El principal impulsor de esta agrupación es Ricardo Doumecq Milieu, coordinador del COA Necochea y socio de Aves Argentinas desde 2005.
Precisamente la Asociación Ornitológica del Plata (hoy conocida como Aves Argentinas), una entidad casi centenaria que cuenta con unos 2000 socios en todo el país, fue quien en 2005 decidió formar estos clubes en todo el país para difundir el avistaje.
“Si en un lugar hay aves, es porque el ambiente está cuidado”, manifestó Doumecq Milieu.
Por ello la actividad de los observadores también tiene un altísimo impacto en la conservación del ambiente, ya que a través de sus observaciones pueden dar el alerta sobre los cambios en un ecosistema.

Observación y conservación
Los clubes se forman para impulsar la observación de aves en su área de acción, motivar a las comunidades locales a entrar en contacto con la naturaleza, desarrollar acciones de educación orientadas a conservar las aves silvestres y sus ambientes y generar en las autoridades locales interés por la preservación de los ambientes donde viven estas aves.
También para desalentar el comercio ilegal de aves silvestres y promover la creación de reservas naturales.
En 2008, por iniciativa de Doumecq Milieu y Stella Chiarle y con el apoyo de un observador decano en nuestra ciudad e incluso en el país, como Miguel Fiameni, se logró el aval de la AOP para formar el COA Necochea.
A partir de ese momento se comenzaron a organizar salidas de avistaje a las que se invitó a personas interesadas en las aves. También se desarrollaron distintas actividades de difusión, como concursos fotográficos y charlas.
En la actualidad la mesa directiva del COA Necochea está integrada por Doumecq Milieu, Stella Chiarle, Leandro Tamini, Fernando Segura, Alejandro Vena, Reinaldo Camp y Fernando Di Salvo.
Si bien la actividad no es tan intensa como hace cinco años, en gran parte se debe a que ya existen en la ciudad unos 50 observadores de aves y a que estas personas se mueven solas, la mayoría de las veces con la única compañía de sus binoculares, una libreta y una guía de aves argentinas.
A pesar de que se trata de una actividad solitaria, los observadores se encuentran conectados constantemente a través de Internet, no sólo con sus pares de la ciudad y la región sino con miembros de otros puntos del país.
Muchas veces los observadores deben recurrir a especialistas de otros lugares para consultarles sobre una especie el particular. En el caso de Doumecq Milieu, su especialidad son las gaviotas y gaviotines.
Los clubes locales también sirven como nexo entre el hábitat y observadores de otros lugares del país que llegan a pasar unos días aquí y no quieren perder la oportunidad de conocer a las especies locales.
Es entonces cuando los observadores locales suelen servir de guías o informan sobre los lugares y las especies que se pueden observar en la ciudad.
Necochea es un lugar de observación de aves pelágicas no explotado. A algunos kilómetros de la costa necochense los observadores pueden encontrarse con gran cantidad de ejemplares de estas especies.
También nuestra región es el único lugar del país donde aún se puede observar al Cauquén Colorado, un ave en peligro de extinción.

Observar y aprender
Ricardo Doumecq Milieu comenta que esta actividad le ha permitido viajar y aprender muchísimo no sólo sobre aves.
Es que un observador no sólo debe conocer sobre el hábitat de las aves que avista, también debe estudiar sobre su evolución y taxonomía.
La lectura, los viajes, el contacto con otros observadores, van dotando a los observadores de una enorme cultura general.
Gracias a las observaciones de los miembros de los COA, que quedan debidamente registradas a través de foros, fotografías y redes de correo electrónico, también se produce un importante impacto en las acciones conservacionistas.
Precisamente los miembros de los COA son quienes realizan el trabajo de campo para los distintos censos y monitoreos de aves que luego son recopilados por grandes instituciones y organismos como Aves Argentinas.
En la actualidad hay en nuestra ciudad unas 50 personas vinculadas al COA y al menos una decena tiene una participación activa en las actividades del grupo.
El Puerto local, Costa Bonita, la costa del Río Quequén, el Paraje Las Cascadas y la Laguna Tupungato, además del mar, a unas millas de nuestra ciudad, son los lugares ideales para observar gran cantidad de especies. Y cada vez más personas descubren el colorido y sonoro mundo de las aves y se suma a las filas de los observadores.

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