En el año 1926 un grupo de paleontólogos estadounidenses realizó una expedición en el Río Quequén y las costas de Necochea en busca de fósiles de mamíferos de la Era Cenozoica.
Esa expedición, hoy olvidada por los necochenses, quedó registrada en una serie de fotografías invaluables que muestran el antiguo puerto local, enormes carruajes cargados con bolsas de cereal, una competencia de natación en el río, excavaciones en los médanos y familias aristocráticas que pasaban sus vacaciones en el Hotel Quequén.
La colección de fotografías pertenecen al Museo Field de Historia Natural de Chicago, la entidad que a principios del Siglo XX patrocinó expediciones de campo en Brasil, la Argentina, Perú y las Honduras británicas (hoy Bélice).
El objetivo de estas exploraciones era buscar mamíferos de la Era Cenozoica en Sudamérica y compararlos con otros animales contemporáneos de norteamérica.
Los patrocinadores consideraban que Sudamérica era el lugar ideal para buscar fósiles, ya que aquí los mamíferos habían evolucionado en casi total aislamiento del resto del mundo desde cerca del comienzo de la Era Cenozoica (hace unos 65 millones de años atrás) hasta sólo unos pocos millones de años.
La Segunda Expedición Paleontológica Capitán Marshall Field incluyó varias excavaciones en Quequén.

En busca de fósiles
Expedición Río Quequén
El Museo Field de Historia Natural de Chicago, fue fundado en 1893 y es uno de los mayores y más importante museos de historia natural del mundo. Cuenta con más de 20.000.000 objetos de la naturaleza y posee una biblioteca con cerca de 250.000 volúmenes.
A partir el año 2000, una de las principales atracciones con la que cuenta el museo es Sue, el esqueleto de Tyrannosaurus más grande y completo que se ha encontrado, además de uno de los mejor preservados.
Hasta 1905 se llamó Museo Columbian de Chicago, pero luego se le impuso el nombre de Marshall Field, su principal benefactor.
Field era un importante empresario y filántropo, fundador de la Universidad de Chicago, junto a John D. Rockefeller.
Field donó un millón de dólares al museo, aunque en un principio era un tanto reacio a la idea de contribuir con su dinero en un emprendimiento como ese. "Yo no sé nada de museos y no me interesa saber nada. Yo no voy a darles un millón de dólares", dijo alguna vez. Pero luego fue convencido por otro magnate.
A principio de los años 20, además de su contribución anual de 100.000 dólares, Field proporcionó US$ 40.000 para sufragar los gastos de una expedición a Brasil bajo el liderazgo de George K. Cherrie.
En la actualidad la biblioteca del museo reúne 144 investigaciones que permitieron identificar y clasificar el material recogido durante la expedición brasileña.
En 1922 se realizó la Expedición Marshall Field de Paleontología de Vertebrados. Fue dirigida por Elmer S. Riggs y el grupo de expedicionarios estaba integrado por George F. Sternberg, John B. Abbott, Jose Strucco y C. Harold Riggs.
El objetivo era encontrar mamíferos fósiles probablemente distintos de otros fósiles del Cenozoico del hemisferio norte. La campaña se realizó en localidades de la Provincia de Chubut hasta 1925.
En aquella expedición se encontraron fósiles del Argyrosaurus, una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano, que vivió a finales del período Cretácico.

Rumbo a Quequén
Las Cascadas
La Segunda Expedición Paleontológica Capitán Marshall Field se llevó a cabo en 1926 bajo la dirección de Elmer S. Riggs. Otros participantes fueron Robert C. Thorne, Rudolf Stahlecker y Felipe Méndez.
La expedición comenzó en abril de 1926 y terminó en noviembre de 1926. El propósito era buscar fósiles en Catamarca y también en la Costa Bonaerense. Se desconoce el motivo por el cual se eligió el Río Quequén.
Riggs era, además de líder del grupo, un gran fotógrafo y su cámara registró no sólo las excavaciones que se realizaron en las barrancas del Quequén y en la zona de médanos, también retrató imágenes de la vida local.
Sus fotografías, que hoy son de dominio público y fueron publicadas por el Museo Field en el sitio web Flickr, permiten descubrir la vida cotidiana del puerto local en 1926.
Se puede ver, por ejemplo, a un grupo de niños bañándose en el río desde la ribera de Necochea. Al fondo se ven dos o tres casonas y el Hotel Quequén.
Otra fotografía, esta vez tomada desde la margen Quequén, muestra los galpones del puerto de Necochea, un muelle de madera y un puente a la altura de lo que hoy sería la avenida 10. Detrás se ve el edificio del molino harinero que en la actualidad el Centro de Acopiadores quiere convertir en hotel.
Otra foto muestra a un hombre pescando en Las Cascadas, por entonces en medio de un llano sin ningún árbol.
En otra escena se puede ver varios enormes carros tirados por varios caballos y cargados con bolsas de cereal. Detrás, un buque que espera en el puerto y la desembocadura del río.
Los enormes carruajes, con ruedas de más de dos metros y tirados por seis caballos parecen haber deslumbrado a Riggs, que tomó varias fotografías de estos fenomenales antecesores de los camiones tolva.
Entre las excavaciones y los hallazgos de huesos de gliptodonte en las playas quequenenses, Riggs también se tomó tiempo para sacar a familias aristocráticas en el Hotel Quequén y hasta una carrera de natación observada desde la orilla por decenas de hombres de traje y sombrero y niños también muy bien vestidos, pero de pantalones cortos.
Aquella legendaria expedición no sólo permitió descubrir fósiles que hoy se encuentran en las vitrinas del Museo Field, las fotografías tomadas por Riggs también nos permiten conocer hoy la vida cotidiana en el primitivo Puerto Quequén.

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