Desde los años 90, el aumento de la obesidad infantil ha comenzado a preocupar a las autoridades sanitarias en todo el mundo. Y nuestro país no es ajeno a esta realidad.
Según la nutricionista Carolina Dopico, uno de los factores de este incremento es la alimentación. "Antes lo normal era consumir comida era casera, ahora, como la mayoría de las mamás trabajan fuera de sus casas, por una cuestión de tiempo, se acude a la comida rápida".
"Hace unos años las papas fritas y las gaseosas eran comunes en los cumpleaños cumpleaños, pero ahora es cosa de todos los días", explicó la nutricionista.
Si bien siempre hubo chicos con sobrepeso, "hoy la obesidad es más frecuente y los casos son más graves también", dijo Dopico.
Porque también ha habido un cambio en la realización de actividad física. "Antes los chicos jugaban más. Ahora pasan mucho tiempo frente a la computadora, mirando televisión o en los juegos en red. Y estos juegos no llevan a gastar energía".
Malos hábitos
Aunque también influye el factor económico ("los alimentos más baratos son los que más engordan"), la principal causa de la obesidad tiene que ver con los hábitos.
"Por lo general deriva de un hábito alimentario familiar", comentó Dopico. Es común que los padres de los chicos que sufren de obesidad, también tengan problemas de sobrepeso.
"Los cambios de habitos alimentarios requieren un aprendizaje familiar. Porque es imposible aislar a ese chico y que cambie solo su alimentación y que el resto de la familia siga con las malos hábitos", dijo.
"Hay chicos que no desayunan, en el colegio comen golosinas o llegan a la casa sin comer, con mucho hambre, y comen mucho más de lo que deberían", expresó Dopico.
"El hábito de desayunar es fundamental para controlar el peso. El desayuno es la comida principal del día", dijo la nutricionista. "Es común que tengan el hábito de comer menos veces pero en gran cantidad, en vez de hacerlo muchas veces por día. Lo ideal es comer 6 veces por día", señaló.
Por otra parte, es muy común que, por las ocupaciones de sus padres, los chicos coman solos, muchas veces mirando televisión, sin prestar atención a lo que consumen. "Muchas veces los papás no saben qué comieron los chicos", agregó.
"Ahora es frecuente ver en el consultorio chico con hipertensión arterial. Antes eran gorditos, pero la calidad de los alimentos era mejor", explicó Dopico.
La comida industrializada, rica en sabores, las gaseosas, las golosinas, los saladitos, se encuentran en la dieta de estos chicos, que tampoco tiene ningún control.
"Hoy se ven chicos de 12 años con colesterol alto, hipertensión y diabetes, cuando esas enfermedades hace unas décadas eran propias de los adultos".
"Y no son casos aislados, son cada vez más frecuentes", señaló la nutricionista.
Confusión
Pero además de los malos hábitos, también existe mucha confusión en la comunidad respecto a la alimentación. "Se habla mucho pero no siempre es la información adecuada. Nos llegan tantos mensajes distintos, que en lugar de aclarar las cosas, terminan complicándolas más", afirmó Dopico.
Pero, explicó, "de a poco la gente comienza a preocuparse por estos temas". Según la nutricionista, que a realizado varios cursos de especialización en obesidad infantil, el cambio de hábito y el control sobre lo que come el hijo, es fundamental.
"Porque un chico hasta los cinco o seis años come lo que los padres le dan. La educación empieza desde que empiezan a comer. Todo los días uno puede elegir lo que les da y esos chicos van a aprender a comer eso", dijo.
"Cuando a un bebé lo llevas a la obesidad, lo estás predisponiendo a que cuando sea grande sea obeso. Hay que tener cierto equilibro en la alimentación, pero el equilibrio parte de los padres", concluyó.
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