Un homicida serial y una masacre de aborígenes
Flores utiliza como estructura de su historia los hechos ocurridos durante plena inundación de abril de 1980, cuando un hombre mata a tres de sus primos y a un policía.
En ese mismo lugar del Partido de Necochea, a orillas del arroyo Colonquelú, en 1829, una partida de soldados al mando de Narciso del Valle, masacró a una cantidad no precisada de aborígenes, la mayoría mujeres, niños y viejos.
Esos dos episodios, aquel desgraciado episodio de la “guerra” contra el indio y el posterior homicidio serial, son utilizados por el autor para crear una historia de fantasmas y posesión demoníaca...
Desde las primeras páginas de esta novela corta, un odio contenido durante siglos está a punto de estallar…
El arroyo Colonquelú atraviesa el corazón del “país del diablo”, una tierra habitada por demonios antiguos. Aquellas aguas están contaminadas por el odio y sólo pueden apagar la sed de venganza y de muerte.
La masacre de toda una tribu aborigen y el accidente que le costó la vida a una pareja, son sólo el principio… La familia Felder pronto descubrirá que el pequeño Nahuel, quien cayó a las aguas del Colonquelú y estuvo desaparecido durante varios días, ya no es el mismo...
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