A medida que el término "blog" se populariza y está en boca de todos, hay quienes empiezan a hilar fino respecto a qué es un weblog.
Si bien hasta hace poco resultaba difícil para algunos distinguir entre una página web tradicional y una bitácora, ahora la cosa ya entra en terrenos más complejos.
Por ejemplo: ¿esto es un weblog? Podría decirse que sí, aunque los posts de mi blog distan mucho de ser lo que cualquier blóguer consideraría como tal.
En los últimos días yo también he estado preguntándome si lo que hago en realidad es un blog. Tal vez esto podría considerarse un website personal, en el que publico los artículos periodísticos que escribo para el diario en el que trabajo. Es una especie de repositorio.
Sin duda el formato blog me facilita muchísimo la publicación de este material, ya que si quisiera contar con una página web, todo sería mucho más engorroso.
Por otra parte, si puede llevar adelante mi proyecto de convertir cada entrada en una especie de wikipost, que se actualice regularmente para agregar información a lo ya publicado, pronto esto dejaría de ser un weblog y se transformaría en otra cosa.
En los últimos días también he efectuado algunas actualizaciones y eliminado muchos posts que hoy carecen de sentido. Sin duda de esta manera se pierde la esencia del blogging, pero teniendo en cuenta que la mayoría de los lectores llegan hasta aquí a través de los buscadores, creo que estas "limpiezas" son necesarias.

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