Ocho chicos de nuestra ciudad viajaron en septiembre pasado a cumplir tareas solidarias en escuelitas de la provincia de Misiones, en el marco del 24ª edición del programa "Marchemos a la frontera".

Martina Aguirregomezcorta, Pilar Azcoiti, Rocío Azcona, Nicolás Ledo, Belén Mansi, Sebastián Polizzi, Luján Rosso y María Ana Sánchez, fueron los ocho estudiantes necochenses que se embarcaron en esta aventura solidaria.

El viaje no sólo les permitió ayudar, sino que les sirvió para conocer otra realidad y un lugar que parece pertecer a otro país, pero que es parte de la misma Argentina que ellos viven día a día.



Hacia la frontera

El Programa Marchemos a la Frontera es organizado por la Gendarmería Nacional, el Ministerio de Educación de la Nación y la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires.

Para participar de la 24ª edición del programa, como lo hace desde hace varios años, fue convocado todo un curso de la Escuela Media Nº 7 de la localidad de Glew. Pero esta vez, irían acompañados por ocho chicos de la Escuela Media Nº 8 (ex Colegio Nacional) de nuestra ciudad.

Martina, Pilar, Rocío, Nicolás, Belén, Sebastián, Luján y María Ana, partieron de nuestra ciudad el 20 de septiembre pasado, acompañados por las docentes Alejandra y Emilia Ferrere.

Comenzaba así una aventura en la que no sólo tendrían que adaptarse a un ámbito totalmente, sino que tendrían que aprender a convivir entre ellos y con un grupo de estudiantes al que nunca habían visto en su vida.

Primero pasaron por Glew y luego emprendieron el viaje hacia su destino final: Cerro Azul, en la provincia de Misiones.

Antes de emprender el viaje los chicos ya habían realizado tareas solidarias en la ciudad. Ese era uno de los requisitos para poder viajar a Misiones.

En Necochea recolectaron ropas y juguetes para llevar en el viaje y entregar a los chicos misioneros, pero también para instituciones locales.



Tierra roja

En Cerro Azul se alojaron en la delegación del INTA, desde donde caminaban por senderos a través de la selva y los yerbatales, para llegar a la Escuela Nº 139, ubicada en la frontera con Brasil.

"La escuela está en medio de un monte", explicó Belén Mansi. Hasta allí los niños llegan caminando o a caballo, luego de recorrer hasta 12 kilómetros por senderos selváticos. La mayoría de ellos vive en la más absoluta pobreza.

Los chicos necochenses, junto a sus pares de Glew, fueron a pintar la escuela, a reparar los techos, a rasquetear paredes y a efectuar tareas de recreación con los chicos.

También se distribuyeron útiles escolares, ropa y zapatillas que habían sido recolectados por la comunidad educativa de la Escuela Media Nº 8 en campañas realizadas a lo largo del año.

Todos los días, los chicos necochenses y los de Glew eran divididos en grupos y se les encomendaba una tarea. Debían cumplir distintas funciones que hacían a la convivencia grupal, como limpiar el lugar donde se alojaban o cocinar para los sus compañeros.

"A cada uno le tocaba realizar una actividad cada día", explicó Rocío Azcona.

Luego debían emprender el viaje hacia la escuelita, que se encontraba a siete kilómetros de distancia. Iban y volvían a pie, por senderos selváticos.



Lazos solidarios

"Nos atendieron muy bien. Son todos muy amables", dijo Pilar Azcoiti. Y explicó que hasta el año pasado la escuela no tenía baño ni agua potable. "Tomaban agua de una vertiente".

Sin embargo, mediante el programa se perforó un pozo y se efectuaron otras tareas para brindarles a los chicos las mínimas comodidades.

"Creo que también la gente del lugar está acostumbrada a que todos los años van a ir a realizar tareas solidarias y esperan a que los ayuden", dijo Rocío.

Incluso los chicos parecen acostumbrados a que cada años aparezcan adolescente de algún lugar del país a realizar tareas solidarias. Rocío tuvo oportunidad de crear una pequeña amistad con una niña lugareña que le decía que lamentaba que una chica que fue en 2003 pasado no haya ido este año a visitarla.

"Los chicos se nos pegaban mucho", comentó Belén Mansi. Por eso, antes de emprender el viaje de regreso recibieron cartitas y algunos presentes de los alumnos de la humilde escuela misionera.

De esta forma, los niños de la Escuela Nº 139 de Misiones quedaron definitivamente grabados en la memoria y en el corazón de este grupo de adolescentes necochenses.



Otras realidades

A la par de las colectas que permitieron juntar el material distribuido en Misiones, se realizaron trabajos solidarios en nuestra ciudad, tanto con comedores comunitarios como con el Hospital Municipal "Dr. Emilio Ferreira", donde se trabajó en apoyo a la creación de la biblioteca.

"La posibilidad de realizar el viaje surgió en el verano. Pero empezamos a juntar ropas algunos meses antes del viaje", dijo Pilar Azcoiti.

En los últimos días, los chicos llevaron la ropa y los juguetes que no entregaron en Misiones, a comedores y otras entidades de nuestra ciudad.

El viaje fue costeado por cada uno de los participantes con la realización de rifas, venta de tortas y otras actividades que permitieran recaudar fondos.

La experiencia permitió a los jóvenes conocer como viven nuestros compatriotas en zonas de fronteras totalmente alejadas de centros urbanos.

"Ahora valoramos más lo que tenemos", dijo Nicolás Ledo, tras ver las condiciones en la que viven los chicos misioneros. "Nosotros nos vinimos, pero ellos tienen que seguir viviendo allá", agregó Rocío Azcona.

Eso les dio ganas de comprometerse en otras tareas solidarias. Comenzando, por supuesto, por nuestra ciudad.



1 Comentarios

  1. Me parece excelente la ayuda de mi ex escuela E.E.M n°7, lastima que quieren imponer ese viaje en 3° año cuando los chicos estamos pensando en un viaje de egresados, el año pasado yo era alumna de 3° año y decidimos con todos los 3° t.t y t.m no ir ya que nos parecio una falta de respeto porque era nuestro ultimo año y queriamos un viaje de egresados que al final tubimos que arreglar por nuestra cuenta ya que los profesores y directivos se lavaron las manos. Lo unico que el director nos dio 15 que no iban a correr las faltas fue en lo unico que nos ayudo y se lo agradecimos, por eso pienso que la ayuda tendria que ser de los chicos de 2° año, y los chicos de 3° poder ir de viaje de egresados como en cualquier escuela. Egresada 2007 Olmedo Daiana

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