Un 29 de septiembre de 1547, en la ciudad de Alcalá de Henares, nació Miguel de Cervantes Saavedra, quien con el paso de los siglos se convertiría en la máxima figura de la literatura española y en uno de los escritores más influyentes del mundo.
Cervantes es recordado como el autor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicada en dos partes (1605 y 1615). Esta obra, considerada por especialistas como la primera novela moderna, cambió para siempre la manera de contar historias. Con Don Quijote y Sancho Panza, el escritor creó personajes universales que todavía hoy dialogan con lectores de todas las culturas.
El impacto del Quijote trasciende fronteras: es el libro más editado y traducido de la historia, solo superado por la Biblia. Se estima que ha sido traducido a más de 140 idiomas y dialectos, entre ellos lenguas poco comunes como el quechua o el guaraní.
Pero Cervantes no fue únicamente el autor del Quijote. Su producción literaria incluye obras teatrales como Los baños de Argel, El cerco de Numancia y La gran sultana, además de la colección de relatos Novelas ejemplares (1613), donde dejó en claro su versatilidad como narrador. También se aventuró en la poesía, aunque él mismo se definía con ironía como un poeta poco afortunado.
La vida de Cervantes fue tan intensa como su obra. Participó como soldado en la batalla de Lepanto en 1571, donde resultó herido en la mano izquierda, lo que le valió el apodo de “el manco de Lepanto”. Años más tarde, cayó prisionero de corsarios en Argel y permaneció cautivo durante cinco años antes de ser rescatado. Estas experiencias marcaron su escritura y su visión del mundo.
Hoy, más de cuatro siglos después, Cervantes sigue vivo en cada relectura del Quijote, en cada representación teatral inspirada en sus textos y en la huella que dejó en autores posteriores, desde Shakespeare hasta Borges. Alcalá de Henares, su ciudad natal, lo recuerda con un museo en la casa donde nació y con un festival literario que cada año atrae a miles de visitantes.
Por algo, cada 23 de abril —fecha de su muerte en 1616— se celebra el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor en su honor. Una jornada que recuerda que las palabras de Cervantes, nacidas en la España del Siglo de Oro, se han convertido en patrimonio universal.
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