Entre lanzamientos y reediciones superan la veintena de títulos los libros centrados en Tintín -el joven reportero que viaja por el mundo para dilucidar enigmas de todo orden- que están disponibles por estos días en las librerías porteñas, una oferta que da cuenta del fenómeno generado a partir del reciente estreno del film sobre el clásico personaje.
Titulada “Las aventuras de Tintín”, la película producida por Steven Spielberg y dirigida por Peter Jackson, volvió a poner en escena el texto concebido por el belga Georges Remi -quien bajo el seudónimo de Hergé condensó la realidad de su tiempo amparado en los recursos de la ficción- y permitió el lanzamiento de nuevos emprendimientos editoriales vinculados al personaje.
Hergé (Bruselas 1907 - Lovaina 1983), un ilustrador joven y autodidacta que hacía un poco de todo en el periódico Le Vingtième Siècle nunca imaginó que su alter ego de cabeza redonda podría conquistar el mundo del cómic y desembarcar en el cine a partir de un proyecto urdido por el realizador de títulos como “Salvando al soldado Ryan” y “La lista de Schlinder”.
El autor se inspiró en la carrera del corresponsal internacional Albert Londres, pionero del periodismo de investigación, para crear al idealista corresponsal internacional que tiene como inseparable compañero de aventuras a su perro Milú, un adorable fox terrier blanco.
Por estos días, la editorial Juventud volvió a reeditar varios de los volúmenes originales de Hergé, como “El secreto del unicornio”, “El tesoro de Rackham el Rojo”, “Tintín en el Congo”, “El cetro de Ottokar” y “El templo del sol”, todos ellos distribuido en la Argentina por Ediciones Continente.
Por su parte, también circulan una serie de obras vinculadas específicamente al film: una de ellas es “Las aventuras de Tintín. La novela”, escrita por Alex Irvine a partir del guión que hicieron Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish.
El libro arranca cuando tras comprar una maqueta del Unicornio, el joven periodista Tintín descubre un mensaje secreto oculto en el interior del mástil del barco.
Así, cuando el joven y su fiel perro Milú empiezan a investigar, encuentran un montón de pistas que los conducen a un trepidante viaje por mar, por aire y en camello por todo el mundo.
Los fanáticos del film también disponen de “Las aventuras de Tintín. El álbum de la película”, con extractos de los diálogos más importantes e ilustraciones que reproducen algunas de sus escenas decisivas, y dos ejemplares con pequeñas historias basadas en tramos del largometraje “El misterio de las carteras desaparecidas” y “Peligro en el mar”.
La oferta de novedades editoriales alusivas se completa con “Fuga temeraria”, adaptado por Kirsten Mayer a partir del guión original, que relata un principio de naufragio finalmente resuelto por Tintín, y “El libro de las pegatinas”, que incluye ingeniosos adhesivos, rompecabezas, acertijos y otros juegos.
“Tintín soy yo mismo ‘El refleja lo mejor y más brillante de mi ser; él es mi doble exitoso. Yo no soy un héroe, pero como todos los quinceañeros soñé con ser uno’ desde entonces no he parado de soñar. Tintín ha realizado muchas hazañas por mí”, escribió alguna vez Hergé en su diario.
La propia historia del autor funciona como una metáfora de su época: convulsionada por las luchas ideológicas y la violencia del siglo XX, a la vez que cruzada por los dilemas morales de una generación que creyó liberarse al renegar de su pasado, pero que no pudo encontrar nunca el sosiego que buscó con desesperación.
El escritor y periodista recibió la influencia decisiva del sacerdote Norbert Wallez -director de Le Vingtième Siècle- que además de publicar las historietas de Tintín fue clave para que se formara como anticomunista, apoyara la causa colonial belga en el Congo y que, durante la ocupación alemana de Bélgica, trabajara en el periódico "Le Soir", controlado por los invasores germanos.
Al terminar la guerra, Hergé cayó detenido por colaboracionista, aunque nunca se le presentaron cargos y recuperó la libertad: "Mi niñez y mi juventud fueron mediocres y no me gusta volver a mirarlas", aseguró alguna vez en una entrevista.
El creador fue capaz de condensar ficción y realidad en los 24 álbumes de “Las aventuras de Tintín” que fueron publicados entre 1930 y 1976: por ejemplo en “La oreja rota” -aventura de Tintín que apareció en álbum en 1937 y fue coloreada más tarde, en 1943- hacía referencia a situaciones de la actualidad mundial de aquel entonces.
Este contacto entre la narrativa de sus comics y eventos de la realidad es evidente en cada uno de sus álbumes, en los que incluía también a figuras inspiradas en sus amigos, sus compañeros de trabajo, pero también personajes célebres como el gángster Al Capone, el único personaje “completamente real” que aparece en las historietas de Hergé.
En sus viajes, a Tintín lo acompañaron otros personajes recurrentes como el capitán Haddock (un marino ebrio y mal hablado), el profesor Tornasol (un despistado y sordo genio), Bianca Castafiore, una célebre cantante de ópera de la Scala de Milán, y dos policías secretos idénticos, Fernández y Hernández, entre otros.
Las tiras cómicas basadas en el joven reportero belga han sido publicadas en más de 60 idiomas y se han vendido más de 200 millones de ejemplares, pero además Tintín ha recorrido el mundo en diversas exposiciones. (Télam)

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