Surgidos siglos atrás, el cine y los cómics los convirtieron en mitos a mediados del Siglo XX y en símbolos de una época marcada por las guerras y la alienación humana a partir de la industrialización y el consumismo.
Frankenstein y el Hombre Lobo aparecieron en películas, cómics, obras de teatro y programas de televisión. Además de convertirse en íconos explotados hasta el cansancio por el merchandising en remeras, posters, caretas, gorras y todo tipo de productos.
Interpretados por algunos de los más grandes actores del Siglo XX, dejaron una profunda marca en el imaginario popular y encarnaron algunos de los miedos primordiales del hombre moderno.
Fueron también dos de los ídolos infantiles y juveniles de Julio Allen, un necochense que en la década del '70, con una cámara de super 8 y muchísima imaginación, decidió homenajear a aquellos personajes con una serie de películas.
Allen comenzó con tributos a Tarzán y El Fantasma, otros dos personajes de los cómics y el cine emblemáticos de las décadas del '50, '60 y '70.
Sus películas, que van desde el corto al mediometraje, filmadas en distintos escenarios de nuestra ciudad, se convirtieron con el paso del tiempo y filmes de culto.
Varios años después de haber sido filmados, los cortos se proyectaron en Necomicón, una recordada convención de cómics que tuvo tres ediciones en nuestra ciudad.
Las proyecciones de "Las que no hablan nuestro lenguaje lo matan, terrestre o extraterrestre", "El principio del fin por la mano del hombre" y "Mensaje al planeta Tierra. Sueño hecho realidad" fueron vistas por decenas de jóvenes que se apiñaban en las salas para ver estas películas.

El regreso
Luego de varios años sin filmar, Julio Allen volvió a tomar una cámara en 2006 para realizar un cortometraje sobre Carlos Gardel, en el que se atreve a cantar junto al Zorzal criolla.
Pero también volvió a la ficción, ya que no quiso olvidarse de homenajear a los artistas que lo deleitaron en la niñez en la oscuridad de las salas de cine locales.
Así decidió meterse en la piel de los personajes que décadas atrás interpretaron Boris Karloff, Lon Chaney Jr. y Christopher Lee, entre otros grandes actores.
Filmó en casas abandonadas y en el cementerio, improvisando frente a la cámara, ya que esta es una de las características de su cine.
Sus escasos medios económicos no fueron un impedimento para animarse a hacer una película sobre personajes que por tradición siempre contaron con el respaldo de grandes presupuestos y sofisticados efectos especiales.
Con un título tan exótico como los de sus anteriores producciones, "Víctimas y victimarios de lo desconocido" se convertirá así en la quinta película de Allen, pero no en la última. Ya tiene el nombre de su próximo filme: "La herencia de otro Sistema Solar".

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