Sólo quedan dos de los integrantes originales, sin embargo Trips sigue adelante y se mantiene como uno de los grupos de rock de más extensa trayectoria en nuestra ciudad. Surgido hace 16 años como "una banda de amigos", el ahora trío acaba de lanzar a la calle su tercer trabajo discográfico "Drala para un trips".
A Luis Crespi, guitarra y voz, y Luis Mansilla, batería, se sumó este año el bajista Jorge González. El trío busca ahora un escenario para presentar su nuevo disco, que incluye 10 temas propios y dos covers de Jimi Hendrix.
"Drala, en sanscripto, significa más allá del conflicto", explicó Luis Crespi en referencia al título del CD. Los integrantes del grupo explicaron que de alguna manera el nombre del disco resume esta etapa.
"A pesar de que Lars Funes se fue a España y de todos los inconvenientes personales y familiares que hemos tenido, sentimos que esto da para más", puntualizó Crespi.
Hace tiempo que Mansilla y Crespi transformaron a Trips en un hobbie y se juntan a tocar por el simple placer de hacerlo, sin imponerse grandes objetivos.

Dulces 16
Trips surgió en 1989 y el grupo solía reunirse en Quequén, a comer y tocar. De aquellas sesiones al aire libre surgió un tema que hoy se ha convertido en un mito de la música local: "El paisano Pedro".
Luis recordó que se trató de una zapada en la que él comenzó a improvisar una letra y así nació la historia de un paisano que sufría una extraña metamorfosis.
De aquella canción quedó como único registro una grabación en casete, pero que ninguno de los miembros del grupo posee. Fue con aquel tema que Trips comenzó a hacerse conocido.
En 1995 grabaron, también en casete, "Quemando yute", su primer trabajo "discográfico". En 2003 llegó "Titanes" y ahora "Drala para un trips", en el que Mansilla y Crespi han volcado toda su experiencia.
Con este nuevo CD el trío parece resurgir de entre las sombras. Aunque en algún momento existió la posibilidad de la separación, la banda siempre fue una pasión para sus miembros.
"Pese a todo, yo siempre llevé la banda conmigo", dijo Luis Mansilla, que a los 35 años conserva una sonrisa adolescente y las ganas de tocar.
Aunque, él y Crespi aseguran que quien los hace trabajar es Jorge González, el nuevo integrante y el más jóven de los tres. Este bajista, que también integra el grupo Magma, ha llegado para quedarse.

Trío esencial
Hasta seis músicos integraron en su momento la banda. Tocaron en distintas localidades de la región y más de una vez cargaron los instrumentos en un Torino y salieron a la ruta sin un destino definido.
Esa etapa parece haber sido quemada por los Trips, que con el paso de los años se han volcado más a sus familias y los trabajos para vivir, y que conservan a la música como un desahogo, o una terapia.
"El corazón lo tenemos en la banda. El día que la dejemos nos enfermamos", manifestó Crespi. "Ahora nuestro proyecto principal es difundir el disco y encontrar el lugar exacto donde presentarlo", agregó Mansilla.
Trips se propone deleitar al público con su nuevo trabajo. "No queremos una gran repercusión a nivel nacional, simplemente darlo a conocer acá", señaló el baterista.
Si bien alguna vez soñaron con trascender a nivel nacional, como lo hace cualquier banda de rock, con los años Trips pretende disfrutar de su música. "Queremos vernos las caras y saber que somos felices los tres arriba de un escenario, y también grabar un disco y estar conforme con lo que hacemos", puntualizó Crespi.
Los músicos están muy conformes con "Drala para un trips", parecen haber superado todos los conflictos y están ansiosos de volver a subir a escena.

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