El 5 de marzo de 1953 murió uno de los personajes más siniestros del Siglo XX: Iósif Stalin.
Tras suceder a Lenin en 1924, mandó matar a León Trotsky e inició una serie de falsos juicios con los que comenzó la Gran Purga de disidentes políticos.
En su enfrentamiento con la Alemania Nazi, no le importó derrochar vidas humanas: más 20 millones de rusos murieron en la lucha o como consecuencia de ella.
También fue responsable del Holodomor, la gran hambruna del pueblo ucraniano, que causó hasta 12.000.000 de muertos durante el proceso de colectivización de la tierra.
Después de su muerte, comenzó el proceso para condenar el estalinismo, que tuvo su mayor expresión en el discurso de Nikita Kruschev en el XX Congreso del PCUS en 1956.
Si bien es imposible conocer la magnitud del daño provocado por este individuo a la humanidad, una pequeña referencia para comprender lo que causaba este siniestro personaje es la película “La muerte de Stalin”.
Sólo con humor negro se puede soportar tanta locura…
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