Vivimos las últimas horas de 2005, un año por demás singular en mi vida. Nos cambiamos de casa, nuestro hijo Juan Cruz comenzó a caminar y hablar, hice un montón de proyectos que no se concretaron, soñamos, nos amamos, discutimos, nos reímos, peleamos, pensamos un futuro mejor, nos desilusionamos, buscamos nuevos caminos...
En fin, un año como todos para algunos y muy productivo para otros. Para mí, significó muchísimo... Ah, también cumplí dos años de blogging, sí, fue un año intenso... Por eso, ya es hora de descansar y que sea hasta el año que viene... Feliz Año Nuevo!!!!!
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