Sí, Juan Cruz se largó a caminar nomás. Ayer ya estaba más confiado y hoy ya se recorría la casa. Se pegó algunos golpes, pero parece que perdió el miedo.
Realmente, es algo maravilloso. Es muy difícil de explicar lo que se siente al ver a un hijo comenzar a caminar. Creo que a todos los padres les debe pasar. Yo recuerdo que hace poco más de un año me paré frente a una incubadora, en la sala de neonatología del Hospital Municipal "Dr. Emilio Ferreyra" y vi por primera vez a mi hijo, que pesaba apenas 1,6 kilos. Por eso, verlo ahora, grande, inquieto y caminando, es algo maravilloso, que nunca podré dejar de agradecerle a Dios.

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