Un día como hoy, el 26 de julio de 1942, falleció el escritor Roberto Arlt.
Autor de una obra singular y rupturista, Roberto Arlt murió en Buenos Aires a los 42 años, dejando una marca indeleble en la literatura argentina del siglo XX. Nacido el 26 de abril de 1900, fue narrador, dramaturgo y cronista. Su estilo directo, áspero y visionario lo convirtió en una figura marginal para su tiempo, pero fundamental para las generaciones posteriores.
Su primera novela, El juguete rabioso (1926), reveló a un autor obsesionado con los márgenes, los fracasos y las tensiones de la vida urbana. A fines de la década de 1920, comenzó a escribir en el diario El Mundo las célebres Aguafuertes porteñas, una serie de crónicas que combinan ironía, crítica social y observación implacable de la realidad cotidiana.
En 1929 publicó Los siete locos, obra fundamental de la narrativa nacional, cuya continuación, Los lanzallamas, apareció en 1931. Allí, Arlt construyó un universo de personajes atormentados y una trama donde el delirio y la conspiración anticipan las distopías contemporáneas. Su última novela, El amor brujo, fue publicada en 1932.
Durante la última década de su vida, Arlt volcó su creatividad en el teatro. Obras como Trescientos millones, Saverio el cruel y La isla desierta demostraron su capacidad para experimentar con nuevos lenguajes escénicos y desafiar las convenciones del drama argentino.
Además de sus novelas y piezas teatrales, Arlt escribió cuentos memorables, reunidos en volúmenes como El jorobadito y El criador de gorilas.
Arlt murió el 26 de julio de 1942, víctima de un infarto. Su legado, no siempre comprendido en vida, creció con el tiempo hasta ser considerado uno de los pilares de la literatura nacional.
Fuente: Diario Página/12
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