Ferias de diseño, un fenómeno que crece en Necochea
Comienza como un pasatiempo: pinturas, artesanías, objetos decorativos… Pero luego llega la necesidad de mostrar la producción y allí es cuando el artista, el artesano o el diseñador empieza a buscar un lugar para exponer sus piezas y se encuentra con el colorido mundo de las ferias de diseño.
Desde hace un tiempo, son cada vez más las ferias de este tipo que se realizan todos los fines de semana. Allí se pueden encontrar desde pintura decorativa, hasta plantas, almohadones, objetos, ropa, bijouterie, carteras, etc.
Las ferias de diseño son hoy un fenómeno que reflejan la efervescente creativa de artistas, artesanos y diseñadores de la ciudad y también la existencia de un público cada vez más interesado en este tipo de productos únicos y personalizados.
“La feria son un lugar de encuentro”, explicó María Oliver, una artista que participó mucho tiempo en ferias de diseño pero que en la actualidad prefiere ir a visitarlas, como público.
“Hay muchísima gente que hace cosas muy lindas, pero no tiene un lugar para exponer”, explicó.
En ese punto, precisó, es cuando “alguien consigue un lugar y convoca a quienes quieren mostrar sus diseños, artesanías, ropa de diseño. El tipo de productos es cada vez más amplio”.

Un lugar para exponer
“Mi vinculación con las ferias fue a través del diseño de indumentaria. Era una manera de exhibir mi mercadería”, señaló Carla Brea, quien en la actualidad tiene un furgoncito con el que se traslada a distintos puntos de la ciudad para mostrar sus productos.
Indicó que un grupo de “un grupo de diseñadores que nos contactamos y organizamos para hacer una fecha en la cual puedan participar varios expositores”.
En estas muestras, dijo, “la gente puede encontrar variedad de productos, todos artesanales y de diseños únicos”.
“Para nosotros las ferias son muy importante porque podemos exponer, vender y hacer conocer nuestros productos y marcas. A nosotros nos ayuda económicamente y a la gente también, porque hay precios muy accesibles ya que la producción artesanal e independiente reduce los costos”, precisó.
“Creo que es muy importante apoyar y difundir las ferias de diseño. Así se puede valorar el trabajo de cada artesano y diseñador”, dijo Carla.

Artesanos escondidos
Mariana Barros Hurtado comenzó con las ferias de diseño en 2001 y en la actualidad es una de las principales organizadoras de este tipo de eventos en la ciudad. Para julio tiene programadas cinco.
“En el año 2001, en plena de crisis se me ocurrió que podía ser una buena alternativa esta modalidad de venta”, dijo Mariana. “Empecé a buscar gente que diseñara o fabricara objetos con distintos materiales”.
“En ese momento no había Facebook por lo que la búsqueda era visitando y charlando con cada productor y explicándole la idea que tenia rondando en mi cabeza”, manifestó. “Por suerte la respuesta fue positiva”.
“Me largué un 13 de diciembre con 36 expositores de diferentes rubros”, recordó. “La feria duró tres días. Pensé en la posibilidad que la gente no solo recorra la feria sino que puedan quedarse intercambiando ideas y tomando algo, por lo que también genere un espacio social. Realmente fue un éxito”, precisó. “A tal punto que durante 14 años consecutivos jamás deje de hacerlas”.
Mariana define este tipo de exposición como ferias itinerantes y las organiza en distintos puntos de la ciudad con el objetivo de que “los expositores atrapen diferente público y los visitantes vean en cada edición algo distinto”.
“Descubrí que en nuestra ciudad había mucha gente creativa que se encontraban escondida”, señaló Mariana.

Microemprendimiento
“La primera vez que me vinculé con las ferias de diseño fue hace seis años cuando me decidí lanzar mi microemprendimiento”, explicó Vanesa Rosas.
“Tenía la necesidad de poder mostrar lo que me gustaba crear y saber si iba a tener éxito. Así fue cuando me decidí encontrar un espacio fisico (grande de lo posible) para poder exponer mis cosas y también invitar a gente como yo que buscaba lugares donde mostrar sus creaciones, así nació mi feria de diseño”, dijo Rosas, quien organiza una vez por mes un encuentro en un hotel de la Villa Díaz Vélez.
Precisó que en estas ferias “se pueden encontrar muchísimas cosas de esas que no vas a encontrar en los negocios de la ciudad, creaciones propias, gente que pinta sus propios cuadros, escribe sus libros y fanzines, dibuja o realiza maquillaje artístico, hace ropa única y original, accesorios de diseño”.
“Hasta tengo una chica que crea su propia jardinería de diseño”, señaló Vanesa.
Explicó que lo más destacado de estas ferias es que los “artesanos y diseñadores pueden crecer. Sus micro emprendimientos se expanden gracias a que tienen la oportunidad de darse a conocer a la gente que nos visita”.
Por otra parte, indicó, en las ferias el público puede “obtener algo único, original y de diseño, a muy buen costo”.
“Siempre presentamos liquidaciones de temporada, descuentos a clientes y sorteos gratuitos”, dijo Vanesa.

Son un fenómeno
Vanesa afirmó que este es un fenómeno en constante crecimiento. “Las ferias de diseño independiente se expanden por la ciudad, hoy en día hay varios lugares en donde nos pueden encontrar los fines de semana, principalmente los domingos, dando a la gente una alternativa diferente, en lugares diferentes, con cosas diferentes”, afirmó.
“Siempre nos vamos renovando para el público y agradeciendo que nos conozcan porque gracias a las ferias podemos vivir de lo que más nos gusta hacer”, concluyó Vanesa.

El contacto con la gente
Mariana Barros Hurtado, que se dedica a la organización de ferias de 2001, precisó que “las ferias son un destacado medio de comunicación porque en primer lugar se puede alcanzar un contacto estrecho entre expositores y visitantes, una buena relación con los clientes. El dialogo entre expositores y visitantes tiene un gran valor, ayuda a desarrollar relaciones de negocios duraderas”.
“Se puede transmitir información mucho más activa e intensa acerca de un producto o servicio, no sólo puede ser descrito sino que además puede ser visto. Se tiene además una oportunidad inmejorable de ofrecer a los clientes y visitantes una experiencia única, como puede lograrse con un “show room” de productos”.
Alrededor de la comunicación, agregó, “podemos lograr los demás objetivos que son la venta directa de nuestros productos, conocer los precios, valores percibidos y condiciones de pago, como distribuir nuestro producto en la ciudad y que opinión tienen los visitantes de mi producto y servicios”.
“Del análisis de esta información se puede extraer estrategias para el diseño y desarrollo de producto ligado estrechamente con las condiciones de precio, cantidades y expectativas de los visitantes”, afirmó Mariana.

Artículo publicado en Ecos Diarios de Necochea

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