Hasta la reaparición de los masones en actos públicos en nuestra ciudad, en 2001, muchos vecinos creían que la participación de la masonería en la fundación de Necochea era más cercana a una leyenda urbana que una realidad.
Siempre se dijo que el fundador de la ciudad, Angel Murga era masón, pero eran pocos lo que realmente entendían lo que ello significaba.



Para incrementar las dudas, la confusión y la leyenda, se hacía mención a símbolos ocultos en el edificio del Cine París, a túneles que unían a ese histórico edificio de la avenida 59 con la Logia Masónica que funcionaba en la calle 57 y a la supuestamente simbólica posición del monumento del General Necochea, quien también fue masón, al igual que el General San Martín.
Aún hay quienes especulan con que la figura de Necochea está ubicada de espaldas a la iglesia y mirando hacia la esquina donde se encontraba en su momento el almacén de ramos generales de Santurtún, que tenía en su fachada un sol que muchos asociaban con el nombre la logia masónica local: “Sol Argentino”.
Lo cierto es que los masones tuvieron una importante participación en la fundación de la ciudad. Como se dijo, Murga era masón, al igual que José Hernández (el autor del Martín Fierro), quien como legislador impulsó el proyecto de expropiación de las tierras donde se fundaría la ciudad. También era hermano masón el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dardo Rocha.
A pesar de que los necochenses podemos no reconocerlos como tales, la verdad es que en la actualidad tanto la ciudad, como muchos espacios públicos llevan el nombre de masones. Ejemplo de ello son el puente y la plaza Dardo Rocha, la biblioteca pública Andrés Ferreyra, la Diagonal e incluso el Puente Colgante, ya que Hipólito Yrigoyen también habría sido masón.
En los últimos meses de 1999 comenzaron a reunirse en nuestra ciudad un grupo de masones con la intensión de reestablecer la logia Sol Argentino. En 2001, se realizó una ceremonia para oficializar la actividad de la logia y desde entonces la masonería ha reaparecido lentamente en la vida pública de nuestra ciudad.
Uno de los últimos intendentes de la ciudad es un reconocido masón y en la actualidad también lo son algunos funcionarios del gobierno municipal. Sin embargo, para muchos vecinos la masonería sigue siendo un misterio y se continúan tejiendo historias y leyendas en torno a la actividad de este grupo.

¿Por qué se ocultan?
“La masonería no se esconde, tampoco es secreta, es discreta”, explicó a Ecos Diarios Jorge Constantino, quien representa a la logia local Sol Argentino. “Un ejemplo de ello es que la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones, que está en la calle Perón 1242 y es la sede central de la masonería argentina, ofrece periódicamente conferencias y conciertos, abiertos a todo público”.
Señaló que a la masonería es “es una institución de bien público, con personería jurídica. Los nombres de las autoridades constan en los organismos gubernamentales pertinentes. Así que no es secreta”.
No obstante, manifestó, “hay intereses mal intencionados, que nos quieren hacer aparecer como algo oscuro y diabólico, lo cual está muy alejado de la realidad”.
Explicó que “pese a que la Masonería es una entidad de bien público, aún soporta los embates de la intolerancia y los prejuicios. Por ese motivo y en defensa de su derecho de preservar la identidad, algunos hermanos masones se cuidan de no mostrarse como tal”.
Pero no obstante, Constantino dijo que los masones tienen una participación abierta en la sociedad necochense. “Hace poco vinieron hermanos de la logia masónica de Perú, la Logia Mariano Necochea Nº 186 y se hizo un acto público y ahí había un montón de masones”, aseguró.

Intolerancia
“La masonería defiende a rajatabla la libertad. Por eso es perseguida en los gobiernos totalitarios y renace con las democracias”, precisó.
“En la España franquista, los masones de grado más bajo iban a prisión por el solo hecho de pensar libremente. Aquel masón que tenía un grado superior al 18 era fusilado, tenía la pena de muerte. Esto fue así hasta hace poco”, aseguró Constantino.
La masonería ha sido perseguida no sólo por los totalitarismos de derecha, sino también por los de izquierda, basta buscar un poco de información histórica para comprobar No solamente en los totalitarismos de derecha. El nazismo, el fascismo de Mussolini y el comunismo de Stalin reprimieron a los masones.
En los años 30, en nuestra ciudad, la Logia Sol Argentino fue perseguida, por ello dejó de operar.
“Así como los cristianos que eran perseguidos por el Imperio Romano se mantenían en secreto, de la misma manera lo hacían los masones para preservar la vida”, explicó Constantino.
Pero con la vuelta de la democracia y después de muchos años de silencio, la masonería volvió a reaparecer en nuestra ciudad.
Y en los últimos meses en nuestra ciudad se ha visto más actividad que en otras épocas. “Este año estuvo el anterior Gran Maestre, Jorge Clavero, en el acto al General Mariano Necochea. Y hace unos días, el actual Gran Maestre, Nicolás Breglia, que es un gran historiador, dio una conferencia en el Palacio Municipal”, precisó.

Dentro de la logia
Respecto a las fantasías que suelen tener quienes desconocen la masonería respecto a lo que ocurre dentro de una logia, Constantino explicó: “La logia es un taller de ideas. ¿Qué es lo que hacemos en una logia? Analizamos distintos temas y los discutimos bajo un estricto orden”.
“Lo hacemos dentro de un rito que le da orden al debate”, explicó.
Señaló que la masonería “es una institución iniciática, porque hay que pasar por una ceremonia de iniciación, como otras instituciones. Y eso lo guardamos para nosotros, para los iniciados, nada más. Por lo demás, no hay nada que esconder”.
En cuanto a los supuestos de que no cualquier persona puede ingresar a la masonería y que únicamente se ingresa por invitación, Constantino precisó que lo que “se exige para ingresar es ser un hombre libre y de buenas costumbres”.
“¿Qué significa ser hombre libre? Que tenga libertad de pensamiento, que no esté sujeto a dogma, que pueda tener apertura mental. Eso significa ser hombre libre. Y en cuanto a las buenas costumbres, ya sabemos de qué se trata”, indicó.
Además, dijo que “la masonería es una institución que se mantiene con el aporte de sus miembros. Por lo cual cada uno de nosotros hace un aporte mensual para mantener los edificios o editar nuestras revistas o publicaciones, como cualquier otra institución”.
Constantino señaló que la historia argentina “es rica” en la participación de la masonería en momentos fundamentales. Hizo referencia al impulso que le dieron los masones a la ley de educación laica, pública y gratuita y a la reforma universitaria, y también en la Independencia argentina, a través de las logias lautarinas.
Constantino negó que la masonería sea una sociedad oculta y dijo que conocer las actividades de los masones en nuestra ciudad y la historia de la institución es sólo “cuestión de buena voluntad y de buscar la verdad”.

(Artículo publicado en el suplemento Finde de Ecos Diarios)

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