Su pasión por la historieta nació en el verano, cuando venía con su familia a pasar las vacaciones en la Villa Zabala. Comenzó a dibujar a los 9 años y desde entonces quiso ser historietista. En la actualidad, radicada hace unos meses en Necochea, trabaja desde aquí para una editorial italiana.
Laura Gulino es una fanática de la historieta clásica. Su pasión por el género nació con las lecturas veraniegas de las revistas de la editorial Columba: Intervalo, Nippur Magnum, Fantasía y Dartagnan.
Aunque estudió y se recibió de maestra jardinera, siempre quiso dedicarse a dibujar historietas, por eso decidió estudiar con Alberto Salinas, uno de los dibujantes que admiraba de chica.
Así fue como pudo ingresar a la editorial que publicaba las historietas que siempre había admirado y comenzar vivir del oficio que siempre amó.

Necochea en cuadritosHace unos meses Laura Gulino decidió instalarse con su esposo en nuestra ciudad. Su relación con nuestras playas es familiar, he incluso anterior a su nacimiento.
"Mis papás pasaron aquí su Luna de Miel. Yo vengo de vacaciones a Necochea desde los 3 años y mi hermano vive en el barrio Luz y Fuerza", explicó.
Ella tiene su casa en la ribera del Río Quequén, en cercanías de las Cascadas. Desde allí dibuja las historietas que envía a Italia y publica la editorial Eura.
El camino de Laura no es distinto al de la mayoría de los historietistas argentinos que viven de su oficio: en la Argentina no existe un mercado para su trabajo y deben publicar en el exterior.
Laura dice sentirse entristecida por el hecho de que no le ve un buen futuro a la historieta argentina. "No hay editoriales que las publiquen y tampoco hay lectores de historietas", señaló.
Por eso, debe publicar afuera del país e Italia, que desde hace años se abasteció del material producido por Columba, es un mercado que les da espacio a los autores argentinos. Otros trabajan para Estados Unidos o Inglaterra.

Vivir del oficioEn estos días Laura estudia vestimentas de la época colonial y arquitectura de esos años para dibujar una historieta ambientada en Buenos Aires, en el siglo XIX.
El guión fue escrito por Ricardo Ferrari, el autor con el que colabora desde hace años y con el que pudo ingresar al mercado italiano.
Se trata de la historia de una contrabandista de cucharas y Laura dice que no sabe "a donde irá a parar". Sí tiene claro que en la mente del guionista está la idea de llevar al personaje a través del país hasta Chile.
Será una miniserie que se publicará en la revista Skorpio, que edita Eura en Italia. Es una publicación similar a la que apareció en nuestro país durante más de dos décadas y que tuvo el mismo título.
En la década del 90 ella realizó un viaje a Italia para mostrar sus dibujos en la editorial Eura, pero entonces no le dieron muchas esperanzas de publicar. "Me dijeron que tenían mucho material, que me iban a contactar", recordó.
Años después, cuando cerró la editorial Columba y ella pensó que debería dejar de trabajar como historietista. En ese momento habían comenzado a trabajar en una historieta con Ferrari y juntos decidieron presentarla en Eura.
Esta vez tuvo más suerte y desde entonces trabaja para la península itálica. En la misma revista publican otros grandes autores de historietas argentinos, como Robin Wood, Horacio Altuna, Carlos Trillo y Ernesto García Seijas.
Laura también tiene el privilegio de ser una de las pocas historietistas mujeres de nuestro país. Junto a ella, en Eura, publica Patricia Breccia, la hija del gigante Alberto Breccia."Mi sueño era dibujar historietas y creo que está cumplido. Por eso soy muy feliz", concluyó.

1 Comentarios

  1. Mi nombre es Adriana y conozco a Laura Gulino desde los tres años. Fuimos al mismo colegio desde Jardín de infantes hasta finalizar la secundaria.
    Es mi amiga del alma, mi hermana del corazón. Una gran persona por sobre todas las cosas.

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